Frutero con pie hecho a mano en Mallorca por artesanos de Gordiola usando técnicas tradicionales de soplado de vidrio. Catalogadas por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial, se necesitan hasta seis semanas para terminar cada pieza y se emplean técnicas de 300 años de antigüedad, lo que convierte a este frutero en un accesorio lujoso y especial para cualquier cocina.